Ayquina


El pueblo de Ayquina está ubicado a 74 kilómetros al este de la ciudad de Calama, en la Provincia de El Loa, en una de las numerosas quebradas secas que confluyen al Río Salado, afluente del Río Loa que es el más largo de Chile y principal curso de agua que recorre el desierto de Atacama.
Para los españoles la cristianización de los indígenas era una prioridad en el proceso de colonización, de tal modo que iglesias o capillas fueron levantandas en los poblados cabecera de parroquia y en sus correspondientes anexos a medida que se iban sometiendo los nativos de estas tierras. En la región atacameña existian dos curatos, uno en San Pedro de Atacama (donde ya existia una iglesia en 1557) y otro en Chiu Chiu, ambos dependientes del Obispado de la Plata. Apenas se estableció el curato de Chiu Chiu, Ayquina fue considerado como su anexo.
Empinada a los 2.980 m.s.n.m., es una aldea de patrón aglutinado en que la disposición de sus escasas viviendas está de manera escalonada en la rivera de la quebrada y a uno y otro lado de un eje central sobre el que se sitúa la plaza e iglesia, en un espacio determinado por una depresión. Los principales materiales de construcción de las edificaciones son la piedra caliza (base del muro de piedra o pirca), el barro y la paja brava para las techumbres, todos extraídos del propio habitat que está caracterizado por un sector de transición entre el desierto normal y los inicios del clima de desierto marginal de altura, que se manifiesta en un cambio gradual del paisaje.
Los Ayquineños son poblaciones de base indígena que tienen una economía comunitaria agraria-pastoril. Sus principales labores de cultivo están dirigidas a la consecución del maíz, trigo, alfalfa, cebollas y zanahorias en los espacios fértiles (vegas) del cañón del río Salado; transformados en terrazas de cultivo, que ocupan cerca de 10 hás. y todo gracias a las valiosas técnicas ancestrales de ocupación del suelo y al favorable cauce fluvial de la zona, que contribuye a su vez con una importante vegetación ribereña. Otras fundamentales labores económicas en Ayquina son la ganadería de llamas, alpacas, de ovejas y cabras.
Ayquina es uno de los más bellos pueblos altiplánicos y es conocido fundamentalmente por la hermosa fiesta de celebración a su patrona la Virgen Nuestra Señora de Guadalupe. Paradójicamente Ayquina, que bordea los 100 habitantes, permanece casi deshabitada la mayoría del año (no es extraño comprobar los candados en muchas de sus casas), logrando reunir cada 8 de septiembre a miles de devotos, estimados en cerca de 40.000 personas que colman la iglesia y el pueblo con su fervor, procesión a la virgen, y los bailes religiosos, manera en que los fieles danzan los favores concedidos. Esta festividad logra cohesionar a gran parte de las comunidades de la región y de áreas vecinas, incluyendo a las vecinas República de Bolivia, Perú y Argentina.
Son varias las leyendas que han dado origen a la Virgen de Ayquina. Una de las más contadas indica que un niño llamado Casimiro Saire, que pastoreaba los corderos de su padre un 12 de diciembre de 1646, vio aparecer a una mujercita de su estatura de la que se hizo su amiga y la que le narraba historias encantadoras. Cuando los adultos fueron a conocer a esta Virgen encontraron una diminuta imagen de la Virgen que estaba como creciendo de la piedra silenciosa del desierto. Los vecinos que ya en esos tiempos experimentaban una creciente influencia del Catolicismo reaccionaron con fervor religioso y decidieron instalar la imagen sagrada en las ruinas de una capilla cercana. De ese sitio desapareció para reaparecer en la aguada del cañadón, por lo que se decidió erigir una construcción especial para ella. Así nació Ayquina y la voz patronímica que la identifica da cuenta de la noticia de la aparición de la Virgen en que los peregrinos de todas partes decían “aquí está o aquí anda”. La fiesta original fue un 12 de diciembre pero luego se modificó para el 8 de septiembre, día en que se inauguró su capilla.
La Virgen de Ayquina es considerada la patrona de los mineros de Chuquicamata, quienes acuden en gran número cada año de celebración. Lamentablemente la Virgen de Guadalupe de Ayquina ha sufrido perjuicios provocados por vándalos sacrílegos.

0 comentarios :