Lenguado



El lenguado es un pez cazador, especialmente adaptado para tender emboscadas, de cuerpo aplanado y forma ovoide, el lenguado posee una boca dentada con labios protráctiles que se estiran como un resorte. Cazador por excelencia, una de sus cualidades más destacadas es que se puede mimetizar tomando la tonalidad de la arena o las piedras del fondo, desde donde acecha a sus víctimas. Siente especial predilección por los pejerreyes, aunque no desecha ningún otro pez que tenga a su alcance. Cuando siente cualquier contacto con algún cuerpo extraño o siente peligro, agita sus aletas para que la arena lo cubra, enterrándose casi por completo. El cuerpo del lenguado sufre modificaciones importantes a medida que crece, es un animal muy extraño en su apariencia. Luego de nacer como un pez común, este pez nada en postura vertical y a medida que crece, se apoya en el fondo del mar, siempre del mismo lado, adoptando su característica posición horizontal. Debido a eso, el ojo que corresponde al lado que está en contacto con el fondo se va desplazando hasta ubicarse junto al otro, en la parte superior.

De cuerpo achatado y forma ovoide, el lenguado posee una boca dentada con labios protráctiles. Cazador por excelencia, una de sus cualidades más destacadas es que puede mimetizarse tomando la tonalidad de la arena o las piedras desde donde acecha a sus víctimas. Siente especial predilección por los pejerreyes, aunque no desdeña ningún otro pez que tenga a su alcance. El costado superior del lenguado toma un color arenoso oscuro, para mimetizarse con el fondo marino, mientras que el otro, en contacto con el fondo del mar, es blanco.

Cazador al acecho, de ahí que los lenguados frecuenten las desembocaduras al mar de ríos y arroyos, asentados en el fondo (especialmente en los veriles) y mimetizados con el entorno a la espera de que la corriente les traiga su alimento. Con su gran boca de labios que se estiran como un resorte y empleando el recurso del factor sorpresa, logran aprisionar en un segundo a la especie forrajera elegida.

También es común hallarlo en los pedregales. Y siempre siguiendo atentamente desde el fondo, donde se deposita, todo lo que sucede encima de él, ayudado por la posición adquirida por sus ojos que le permiten "ver hacia arriba" sin moverse de su escondite.
Cuando tiene que escapar de sus predadores, por cualquier contacto con algún cuerpo extraño hace que agite sus aletas para que la arena lo cubra mejor, enterrándose casi por completo.
El porte de los lenguados que se capturan con caña y reel es muy variado: va desde los 800 gramos hasta los 5 o 6 kilos. Los ejemplares de nuestras costas alcanzan un largo de 80 cm y un peso que puede llegar a los 10 kg.; se ha llegado a capturar, inclusive, ejemplares adultos de hasta 12 kg.
Vistas:


Vistas 2:

1 comentarios :

Anónimo dijo...

Un comentario sobre las font de esta pagina, no facil de leer, es un muy llena cada letra.
luego 1,2,3 palabras juntas hay que fijar bien la vista para poder decifrar que dice. por ejemplo el indice en columnas de categories.