Sergio Villalobos




Sergio Fernando Villalobos Rivera (n. Angol, IX Región de la Araucanía, Chile, 19 de abril de 1930) Historiador chileno, uno de los más importantes en la historiografía chilena contemporánea. Obtuvo en 1992 el Premio Nacional de Historia.

Realizó sus primeros estudios en el Instituto Nacional y Colegio San Pedro Nolasco. Estudió en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile y se tituló de profesor de Estado en Historia, Geografía y Educación Cívica en 1957. Posteriormente obtuvo un Master of Arts en la Universidad de Cambridge en 1972.

Su obra histórica esta relacionada con una nueva visión de la historia de Chile, muy influenciado por la escuela francesa de los anales, en particular por Fernand Braudel, desechando mitos muy arraigados en la historiográfia chilena (la Guerra de Arauco, Diego Portales, etc.) y proponiendo una visión basada en procesos globales y sociales, abandonando la historia de acumulación de datos y fechas.

Ha sido profesor de la Universidad de Chile y de la Católica de Chile, la universidad de California y la de Cambridge.

Aunque inicialmente fue una autoridad universitaria nombrada por el poder militar inmediatamente después del golpe del 11 de septiembre de 1973 (Fue Decano de la ex Facultad de Ciencias Sociales en el Pedagogico) más tarde se transformó en opositor del régimen al Augusto Pinochet, atacándolo por medio de artículos en revistas y periódicos, combinando la historia entremedio de esas críticas. Tras el regreso a la democracia, fue designado director de la Biblioteca Nacional, en donde reinició la adquisición de libros, que había sido reducido al mínimo por la dictadura militar que censuraba los escritos contra el régimen. Revivió la prestigiosa revista Mapocho, ampliando la a todo el público culto y no solo a especialistas de las ciencias sociales. Renunció al cargo en 1993.

Su obra como historiador y maestro fue reconocida el año 1992 con el Premio Nacional de Historia .

Trabaja en las universidades De Chile y Andrés Bello, además de continuar sus investigaciones para completar la Historia de los chilenos, proyectada en 4 volúmenes.

Principales obras

* Medina : su vida y sus obras (1952)
* Diego de Almagro : descubrimiento de Chile (1954)
* Darwin y Chile (1960)
* Tradición y reforma en 1810 ([[1961]])
* Comercio y contrabando en el Río de la Plata y Chile : 1700-1811 (1965)
* Imagen de Chile histórico : el álbum de Gay (1967)
* El comercio y la crisis colonial (1968)
* La disputa del Beagle (1968)
* Comercio y contrabando en el Río de la Plata y Chile : 1700-1811 (1971)
* La aventura chilena de Darwin (1974)
* Para una meditación de la conquista (1977)
* La economía de un desierto (1979)
* Historia del pueblo chileno
* Los comienzos de la historiografía económica de Chile : 1862-1940 (1981)
* Relaciones fronterizas en la Araucanía (1982)
* Breve historia de Chile (1987)
* El proteccionismo económico en Chile siglo XIX (1987)
* Origen y ascenso de la burguesía chilena (1987)
* Portales : una falsificación histórica (1989)
* Los pehuenches en la vida fronteriza (1989)
* Vida fronteriza en la Araucanía : el mito de la Guerra de Arauco (1995)
* ContraDictadura (2002)
* Chile y Perú : la historia que nos une y nos separa (2002)

3 comentarios :

Unknown dijo...

Carta al director de El Mercurio.
Lunes 11 de Febrero de 2008
Señor Director:
Gracias al señor Villalobos me entero de que los mapuche no existen; perdón me expresé en mapuzungun, quise decir los araucanos. ¿En qué minuto sucedió? Seguramente fue por su capacidad de adaptación, tanto que les gustó el caballo, el hierro y ahora la internet y el Partido Separatista Vasco. Todas éstas son señales de que ha desaparecido su cultura. Por supuesto, sólo la nuestra, la cultura dominante, ese vástago casi occidental, tiene el privilegio de imitar al mundo industrializado y de cambiar para adaptarse sin perder su identidad. Lo sospechaba, pero no me atrevía a decirlo. Ahora que lo afirma alguien que goza de la autoridad conferida por los cartapacios de la educación formal, lo puedo repetir: el mapuche no existe.
Los libros publicados en esa lengua (en ediciones bilingües) son nada más que una moda étnica de autores como Leonel Lienlaf, Elicura Chihuailaf, Jaime Huenún, Jacqueline Canihuán, Adriana Paredes Pinda, entre muchos. Un albañil de Cerro Navia, David Añiñir, un día se levantó por la mañana y decidió convencer a sus padres, emigrados de reservaciones indígenas, de que él era mapuche. También fingió frente a sus vecinos que era un peñi, y ellos también venían fingiendo hace dos o tres generaciones, desde que instalaron su campamento en la periferia de Santiago-waria. Qué descaro, a ese albañil se le ocurrió escribir poemas con palabras mapuches incrustadas y al mismo tiempo declararse punk (¡un mapunky, imagínense!). Su libro Mapurbe también debe ser un capricho, y gracias a las tranquilizadoras palabras del señor Villalobos sabemos que habla de algo que no existe.
Rodrigo RojasDirector Escuela de Literatura, UDP
http://blogs.elmercurio.com
/columnasycartas/2008/02/11/mapuche.asp

Gracias por tu aporte.

Realmente es de un gran valor.
Ojalás nos pudieras sugerir más temas

Saludos.

Anónimo dijo...

Hola, muy interesante el articulo, saludos desde Colombia!