Monvoisin nace en los albores de la Revolución Francesa, siguió la carrera de Ingeniero Militar, satisfaciendo de esta manera la intención de sus padres, pero finalmente abandona sus estudios para dedicarse a la pintura.
1808 Ingresa a la Escuela de Bellas Artes de su ciudad natal, iniciándose en el taller del Maestro Pierre Lacour, al poco tiempo es uno de los artistas más destacados de la ciudad.
1815 Para completar su formación artística se traslada a París, ingresa en el taller de Pierre Guérin donde permanece seis años. Para subsistir consigue un puesto como profesor en una escuela de dibujo.
1821 Se presenta a concursar para optar al premio de Roma, máximo galardón al que podía aspirar un artista francés, fuera de su país, en aquella época, obtiene el codiciado galardón, compartiéndolo con M. Court, esto le permite continuar su formación en Italia.
1826 Regresa a Francia, ya en ese entonces es un artista de cierta figuración, es así como recibe del Rey Luis XVIII el encargo de pintar para el Palacio de Versalles, también tiene encargos de ilustres personalidades como el Duque de Orleans.
1827 Ejecuta un retrato a Mariano Egaña, encargado de negocios de Chile en Francia, quien influirá posteriormente en su viaje a Chile.
1831/37 Obtiene en dos oportunidades la medalla de oro en el Salón Oficial de París;
1939 Es condecorado con la Legión de Honor.
1836 Comienza a decaer la fama del pintor, agudizado por la crítica negativa de M. Cailleux -Director de museos-acentuado por las dificultades oficiales y burocráticas, además de desavenencias con su esposa Doménica Festa.
1842 Es invitado oficialmente por Francisco Javier Rosales y decide abandonar Francia para viajar a Chile y crear aquí una Academia de Pintura, Escultura y Arquitectura, que más tarde no fructificaría.
1843 Después de una breve estadía en Buenos Aires llega a Santiago en el mes enero.
Al poco tiempo, abre la primera exposición de arte que se realizaba en Chile, su presencia conmocionó a la sociedad santiaguina de aquella época, todas las familias de la aristocracia chilena querían retratarse con él. Retrató en Chile entre 500 y 600 personas.
Se radicará definitivamente en la Hacienda de Los Molles cerca de Quilpué. Allí desarrolla su fructífera labor, estableciéndose sólo por pequeñas temporadas en Santiago.
1857 La nostalgia por su patria, puso término a 14 años de estadía en nuestro país. En Francia vuelve a figurar en los salones oficiales.
1870 Murió en forma anónima en Boulogñe, cerca de París, el 26 de marzo.
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