Rosa Cruchaga nació en Santiago de Chile en 1931. Se casó en 1954 con el ingeniero Patricio Walker P.y tuvo cinco hijos. Por razones profesionales, la familia residió en diferentes regiones de Chile y de España.
Estudió Pedagogía en Castellano en la Universidad Católica de Chile. Su tesis de titulación trató sobre la obra de Juan Carlos Onetti. También se tituló como Profesora de Religión, en la Escuela Normal de Angol, Chile.
En 1984, como primer miembro numerario femenino, fue incorporada a la Academia Chilena de la Lengua, y en esta condición como miembro correspondiente de la Real Academia Española.
Su actividad literaria comprende principalmente la publicación de libros de poemas y numerosas artículos de prensa. Poemas suyos han sido seleccionado e incluídos en antologías chilenas y extranjeras. Ha prologado numerosos libros de poemas, dirigido talleres literarios, participado en calidad de jurado en concursos literarios. Con motivo de su incorporación a la Academia, fue objeto de casi un centenar de entrevistas y comentarios sobre su obra y biografía. En todos ellos insistió en la necesidad de fomentar un humanismo femenino a nivel de educación media y superior.
Parte de su obra ha sido traducida al francés, inglés y al hebreo.
Con su obra Descendimiento (1959), obtuvo el premio Alerce de la Sociedad de Escritores de Chile. En 1963, por su cuento "La Piragua", obtuvo el premio del Diario El Sur de Concepción.
1 comentarios :
Tuve la oportunidad de conocer a esta gran mujer, madre y poetisa cuando realicé un estudio sobre ella, como parte de un seminario de la carrera de Pedagogía en Castellano, que en esos momentos estudiaba (1988).
En ese entonces no sólo me sorprendió su poesía, sino que además su ternura, cercanía y carisma para encantar con la palabra precisa.
Yo era sólo una estudiante, sin embargo ella fue generosa con su espacio y tiempo permitiéndome realizar constantes visitas a su casa para lograr innumerables entrevistas que me permitieran dilucidar y acercarme lo más posible a su obra.
Tengo hermosos recuerdos de esa época y de su generosidad para compartir conmigo las historias que rodeaban sus creaciones.
Cristina Hidalgo.
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